por Paola M.
La moda puede ser analizada como un proceso de selección colectiva de ciertos estilos entre numerosas opciones.
La ropa es un modo de expresar nuestra personalidad, y habla mucho de quienes somos, pero sobre todo de quienes queremos ser y que queremos comunicar.
En estos tiempos el marketing y la comunicación masiva sobre lo que se usa, tienden a homogeneizar y estandarizar los gustos de los consumidores, así nos encontramos con una paradoja: Junto a un enorme deseo de aceptación social, viene la intención de ser diferente a los demás.
Las revistas y programas de moda son una gran ayuda para darnos ideas e inspiración pero no tienes porque tratar de copiar fielmente todo lo que ves, o seguir cada uno de sus consejos al pie de la letra, lo mejor que puedes hacer es adaptar todo a tu propio estilo, y tomar lo que te queda bien.
Es importante saber que el 80% de la comunicación es no verbal, y que con nuestra apariencia transmitimos mucho más de lo que creemos. Nosotros mismos somos nuestra propia tarjeta de presentación, y aunque no nos guste tenemos que aceptar que como nos ven, nos tratan.
Todos podemos vernos bien si sabemos escoger la ropa adecuada, y aprendemos a distinguir entre los que nos queda bien, y lo que no.
Lo importante no es seguir la moda, sino tener un estilo propio, que nos haga ver lo mejor posible, y sobre todo con el que nos sintamos cómodos.
Invertir mucho no es necesario, tener ciertas prendas básicas que no pasan de moda y combinarlas con diferentes accesorios es más que suficiente para estar siempre bien vestidos.
La moda se caracteriza por ser un sistema en rápida y grande evolución, lo que significa que esta pasa, pero el estilo es eterno.
La ropa es un modo de expresar nuestra personalidad, y habla mucho de quienes somos, pero sobre todo de quienes queremos ser y que queremos comunicar.
En estos tiempos el marketing y la comunicación masiva sobre lo que se usa, tienden a homogeneizar y estandarizar los gustos de los consumidores, así nos encontramos con una paradoja: Junto a un enorme deseo de aceptación social, viene la intención de ser diferente a los demás.
Las revistas y programas de moda son una gran ayuda para darnos ideas e inspiración pero no tienes porque tratar de copiar fielmente todo lo que ves, o seguir cada uno de sus consejos al pie de la letra, lo mejor que puedes hacer es adaptar todo a tu propio estilo, y tomar lo que te queda bien.
Es importante saber que el 80% de la comunicación es no verbal, y que con nuestra apariencia transmitimos mucho más de lo que creemos. Nosotros mismos somos nuestra propia tarjeta de presentación, y aunque no nos guste tenemos que aceptar que como nos ven, nos tratan.
Todos podemos vernos bien si sabemos escoger la ropa adecuada, y aprendemos a distinguir entre los que nos queda bien, y lo que no.
Lo importante no es seguir la moda, sino tener un estilo propio, que nos haga ver lo mejor posible, y sobre todo con el que nos sintamos cómodos.
Invertir mucho no es necesario, tener ciertas prendas básicas que no pasan de moda y combinarlas con diferentes accesorios es más que suficiente para estar siempre bien vestidos.
La moda se caracteriza por ser un sistema en rápida y grande evolución, lo que significa que esta pasa, pero el estilo es eterno.